¡Estresadísimos!

¡Estresadísimos!

Hace tan solo unos días nos juraban que esta clausura nos iba a venir muy bien para reflexionar, ralentizar nuestros ritmos, dedicarte tiempo a ti mismo, sumergirte en la lectura, conversar tranquilamente y saber apreciar la belleza de las pequeñas cosas.

Si no os importa, disculpadme un momento, por favor:

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

He terminado.

¡Pero si esto es un sinvivir! Entre aplaudir desde el balcón, entrenar como una gimnasta olímpica, y leer los primeros textos de Bob Dylan y la biografía de Virginia Woolf, yo ahora mismo estoy al borde del colapso. A PUNTO ESTOY DE PREFERIR UN POQUITO DE FIEBRE QUE ME LIBERE DE TODO ESTE TRAJÍN INTELECTUAL E HIPERACTIVO.

Resulta que sales al balcón con los aplausos, te metes para adentro y entonas el “Resistiré”, luego lees un capítulo de La Metamorfosis de Kafka porque no quieres parecer una inculta en el chat de “Lecturas Recomendadas”; después vuelta a aplaudir al balcón, luego te metes para adentro y te toca practicar cien sentadillas, así que te haces un selfie solo de cintura para arriba para que se vea tu sudadera Nike, porque por abajo llevas el pijama; abandonando el ejercicio en la sentadilla número 28 ya que estás hasta el gorro, y además te tienes que poner con Una mujer casada de Jean-Luc Godard en versión original, aunque la tienes que parar unas dos veces para salir al balcón a volver a aplaudir.

Cuando la retomas, te has olvidado del argumento. Le das a retroceder. Mal asunto. La tele se ha quedado pillada, 47 millones de españoles están usando internet al mismo tiempo y es lo que tiene. Cuando parece que ya se ha arreglado, tienes que volver a salir a aplaudir, y no acabarás la película francesa en la vida.

Te entra angustia. ¿Qué estás haciendo con tu vida? No has hecho las tres mil sentadillas, no has acabado el ciclo de Jean-Luc Godard y ni siquiera has empezado el documental de Goya, más allá del pintor. Habrás nacido para ser una vaga que jamás ofrecerá algo de erudita trascendencia.

¡Y no será por falta de medios! El Prado me enseña la obra de Tiziano en un paseo virtual, y mientras me decido o no, me sale la sugerencia del Moma de Nueva York con el Pop Art de Warhol. ¿Qué elijo, por Dios? Mientras me lo pienso, leo que La Scala de Milán ofrece Tosca de Puccini en streaming,

[plas plas plas plas plas]

:::::Perdón, es que era la hora de aplaudir en el balcón:::::

Continúo. No sé qué hacer con lo de Puccini. Guauuuu, acabo de ver que el Bolshoi retransmite El Cascanueces; aunque si elijo el ballet, ¡ya me dirás cuándo veo las ediciones incunables de la Biblioteca Nacional!

Casi que me paso a cuidar mi OCIO PERSONAL: tocar la ocarina que compré en mi viaje a Perú, hacer sudokus de nivel 11, montar el Coliseo de Roma con pinzas de la ropa, leer Guerra y Paz, ver todas las temporadas de Los Soprano, componer a la guitarra un éxito para hipsters y leer el Cuore que me han pasado en PDF.

Bien, liquidado el ocio, que no es ocio, sino obligación, ES MOMENTO PARA CULTIVAR EL CUERPO. Alguien ha supuesto que durante este confinamiento vas a estar todo el día en el sofá comiendo papas fritas y poniéndote como una foca, así que te pasan chorrocientas ideas para mantener tu culo como un piedro, poner tus tríceps al día o estirar el trapecio y los aductores. ¡Y sobre todo ejercitar el cerebro haciendo inventario de los rollos de papel hiénico!

[plas plas plas plas plas]

:::::Lo siento, tocaba balcón otra vez:::::

Lo malo es que cuando estás haciendo un poco de cardio subiendo y bajando una banqueta, piensas que DEBERÍAS HACER ALGUNA LLAMADA A TU FAMILIA, pero como has visto que el teléfono está muy evolucionado, te pones en videollamada hasta con un primo tercero por parte de madre. En todo caso, conversaciones de ascensor: “Por aquí, todo bien”, “Tu hermano ha tosido una vez”, “Tu padre se ve todas las de Steven Seagal”…Vaya, lo de siempre. Si me dicen que mi padre se ha visto una de Ingmar Bergman, directamente nos vamos a urgencias porque eso no pinta bien.

El problema real llega ahora CON LOS 400 GRUPOS DE WASAP QUE TIENES ECHANDO HUMO. Resumo; vas a mear, vuelves y le echas un vistazo al móvil: 165 mensajes sin leer. Abres, ojeas así por encima y te encuentras con 25 memes por segundo, fotos de neveras con 60 yogures, selfies con mascarillas, porcentajes y estadísticas del Ministerio del Interior, audios del presi del Gobierno y montajes con Franco saliendo de la tumba.

En los demás grupos de conversación se discute sobre lo que es ser responsable o no, se cuenta que alguien vio a fulano por la calle y sin perro, otro dice que igual el señor necesitaba salir, un tercero que nanai, que no se puede salir; y venga que quién eres tú para saber la vida de cada uno, y venga que no me hables así, y una que dice que hay que cumplir unas normas, y llega otro y dice pues lo que tienes que hacer es comprar leche para 15 días, y le responden que yo que sabía que iba a durar 15 días, y  cómo que no lo sabías si llevamos así un mes….

OS DIGO UNA COSA: ¡ESTO SERÁ EL FIN DE LA AMISTAD!

En cuanto sumemos diez días más, nos odiaremos todos. Avisando que es gerundio.

En cuanto a mí, intento combatir este período de sobreinformación prescindiendo de todo aquello que me aturde especialmente. No lo llevo a rajatabla; me gustaría, pero es imposible. Tampoco es que esto sea un truco avant-garde, pero no está mal para ser yo.

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