Que mi casa esté de camino a un gimnasio de esos para cachitas es una bendición. Cada noche observo desde mi ventana a su clientela yendo y viniendo, lo cual me proporciona una interesante muestra de datos con los que podré realizar un breve pero sustancioso estudio sobre esta singular tribu. Comencemos a desentramar este mundo, fértil en detalles de todo tipo: – Lo que antes era hacer ejercicio, ahora lo llaman “ENTRENAR”: Inculta de mí, hasta ahora pensaba que al gimnasio se iba a hacer deporte/gimnasia/mantenerse en forma en general. Oh, qué atrevida es la ignorancia y cuán errada estaba en mi usoLEER MÁS