Confesión: soy adicta a las reseñas de hoteles
Siendo época de disfrute veraniego, de excursiones y de pernoctar en lugares ajenos, alguna que otra vez te encuentras buscando en internet un cobijo resultón y barato. Para dicha tarea te ayudas de esos buscadores de alojamientos que conocemos ya casi todos y que son una maravilla de la comodidad. Ya sabéis, esas páginas en las que en donde pone “Destino”, tú tecleas “Ámsterdam”, de la misma manera que escribes los precios entre los que te quieres mover, y voilà , ahí te aparecen tres mil quinientas opciones de fotos cuquísimas de habitaciones con vistas a los canales, y dices “Ay, qué pocholada”, y loLEER MÁS