Nito, ese tío empeñado en que yo no duerma

Nito, ese tío empeñado en que yo no duerma

mala no duerme

Ya sabéis que a veces me luzco eligiendo a mis amigos. Ya solo conociendo a Ansi, adivinaréis que no los someto a un cásting demasiado selecto. Pero vaya, que la chiquilla tiene siempre tanta energía y tantas ganas de vivirlo todo tan intensamente, que me da cosilla dejarla de lado.

Ahora bien, a Nito (odia que lo llamemos Insomnito, dice que está muy mayor para eso) es que no lo aguanto y ya os lo he dicho miles de veces. Es verlo y me pongoooooo…brrrrrrr…me entran escalofríos. ¡Mira!, ¡mira como se me erizan los pelillos del brazo! No es para menos porque es abusón, un chulito, un creído y siempre puede conmigo.

Últimamente, Ansi ha retomado su relación con él y por eso lo veo más a menudo. Al principio le concedí el beneficio de la duda, pues una ha de ser humilde y no ir pensando que todo el mundo se quedó anclado en la edad del pavo (claroooo, es que yo soy tan madura, ¿verdad? Llorando a moco tendido por una razón muy de adultos, como por ejemplo que el pelo lo tengo fatal y soy más fea que un congrio. Súper madura y racional como cualquiera que comienza la cuarentena).

El asunto es que la duda se disipó bien pronto. Concretamente una noche que por fin me estaba quedando relajadamente dormida en el sofá. Repito: “RELAJADAMENTE”. Insisto: “DORMIDA”.

Y me suena el móvil. Un wasap.

Se acabó lo que se daba.

“¡¡¡Malaaaaaaaaaaaaa!!! ¿¿¿Qué passsa tíaaa???” Que yo me quedé pensando si tenía que hablar como si estuviésemos en la Movida Madrileña, en plan “Qué pachaa tronnn?”, “Tranki colegaaa”. Pero decidí contestar con mi código lingüistico habitual porque no eran horas de hacer el idiota más de lo que lo hago durante el día.

Yo le pregunté que cómo le había dado por contactar conmigo un miércoles a las once menos veinte de la noche. A lo que él me respondió que, como yo bien sabía, él era un animal nocturno y que todo el mundo a estas alturas de la vida tenía sus hijos y sus cosas que atender. Así que se acordó de mí porque no tengo ningún chipirón que cuidar (¡qué bonito que la gente te recuerde por lo que no tienes!) y que lo más probable es que estuviese aburrida sin hacer nada.

Hay que fastidiarse. Ya me dirás por qué no se imaginó que tenía una vida ocupadísima como General Account  Manager de una gran compañía internacional. Es más, ahora que lo pienso: ¿por qué a nadie se le ocurre una cosa así? Ay… qué ilusión me haría que mis ex-compañeros de instituto se preguntaran “Oye, ¿y aquella tía súper guapa …?” (valeeee…esto lo acabo de añadir yo, perdón).

Repitamos de nuevo: “Oye, ¿y aquella tía súper guapa (perdón, me ha vuelto a salir. Es lo malo de las quimeras) que estudiaba en el insti, qué habrá sido de ella? Seguro que estará en un puestazo, porque era de las que prometía”. Madre de dios. Me suena fingido hasta a mí.

Mejor será que nos dejemos de mundos de ensueño y purpurina y volvamos a la conversación con Nito. Pues nada, le escribo que quiero descansar y que ya nos veríamos con Ansi de por medio. Todo ello con una falta de ortografía por culpa del autocorrector. Él, que siempre ha ido de listillo por la vida y que a empollón no le gana nadie, me suelta: “Como quieras. Pero te recuerdo que los verbos que acaban en -bir se escriben con “b”, excepto ‘hervir’, ‘servir’ y ‘vivir’”.

Lo dicho. Un resabiado insoportable.

Pues vaya, ahora sí que estaba desvelada. Para una vez que me quedo sopa, me molesta este impresentable. Bueno, pues ya que estoy, me voy para cama con mi librito. Así que retomo la página en la que me había quedado y :::zummm zummmm::: Sí, el móvil que vibra anunciando nuevo mensaje de Nito: “Oye, Mala. Perdón por lo de antes. Pero tú es que siempre te lo tomas todo a mal, ¿eh?”

¡Lo que me faltaba! Que quiero dormir, y este tío llamándome borde. Ni le contesto.

Sigo leyendo mi novela: “Una alteración, un trastueque de lo cotidiano hacía las cosas más insondables…”. Se acabó, yo a este le digo cuatro cosas. Así que le escribí que para desagradable, él. Que me dejase en paz, que la gente normal dormía por las noches (eso mismo: GENTE NORMAL. No yo).

Prosigo con el párrafo. Más bien, repito párrafo: “Una alteración, un trastueque de lo cotidiano…” Ahí, muy bien. Yo a lo mío. Pena que Nito enseguida me suelta que si soy una amargada es mi problema. ¡Ay lo que me ha dicho! ¿Una amargada? ¡Pero si soy la alegría de la huerta! ¿O no lo soy? Ay…ya no sé…

“Una alteración, un trastueque de”… madre mía…que soy una amargada y una borde. ¡Qué panorama! ¿Y encima son las cuatro menos cuarto de la mañana? Venga, a dormir. Con lo que [CLICK], apago la lamparita.

[CLICK] Enciendo la lamparita. El Nito me ha estropeado la noche, así que se va a enterar. Le escribo: “Mira, Nito, vuelve a tu Bat-cueva. Y por cierto, no vayas de guapo que no pega con tu cara”. Raudo y veloz, porque no tiene otra cosa que hacer, me contesta: “No, si para belleza, tú. ¡No te fastidia! Fue a hablar Ava Gardner”.

Nooooooooo. ¡Lo sabía! Si es que soy fea y megafea. Jopéeee. Bueno. A leer un ratillo, y esperemos conciliar el sueño. “Una alteración, un trastueq….” O sea, ya sabía yo que con este careto no iba a ninguna parte. Y encima, borde. Y además, una mindundi. A todo esto, ¿qué hora es?

¿¿Las cinco y media?? Madre míaaa. ¿Pero por qué no pienso en cosas bonitas? Venga, Mala; tú puedes. Entonces cierro fuerte los ojos y veo…veo…una playa paradisíaca.  Mejor no, que tocaría estar en bañador. ¡Qué estrés! Me concentro entonces en ser una mente privilegiada, admirada por mis colegas de profesión. Uy, no. ¡Qué estrés! Demasiada responsabilidad para mí.

¿Qué hago entonces?

“Una alteración, un trastueque de lo cotidiano hacía las cosas más insondables….”

Y tan insondables.

 

2 comentarios

  1. Malaaaaa!!!! Te comprendo, esta noche padecí el síndrome Nito ( puto Nito dos collons (lo que te ahorras en Trankimazin diciendo palabrotas 😂😂😂😂😂😂))

    Con la última reforma laboral a “Nito”, siempre le toca el turno de noche (22:00 to 6:00)😂😂😂😂😂
    Me comentaron que se abrió una petición de firmas en Change.org para cambiarlo al turno de 6:000 to 14:00

    Espero tu firma😂😂😂😂😂

  2. Author

    Quéee? Al final Nito se prodiga más por las alcobas que Rodolfo Valentino! Y admito que me consuela no ser su única víctima. 😊

    Por cierto, ya he firmado en Change.org, pero te aviso de todos modos de que a este pájaro le encanta trabajar, aunque lo que hace no lo dignifica mucho.

    Se va a enterar este elemento de lo que vale un peine!😎

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *