Mi madre y yo: ¡menudo combo!

Mi madre y yo: ¡menudo combo!

Mala de los Nervios y su madreSí, queridas y queridos; ya ha llegado el momento en que una es clavadita a su santa madre.

Hasta entonces barajabas ciertas similitudes, algunos patrones que se repetían y que te tenían algo mosca. Pero hete aquí que recientemente he encontrado entre mis papeles una receta de cocina escrita a mano (de lentejas vegetales, para los más curiosos), que me dio la respuesta a todo.

No tenía nada especial: era una hojita de un cuaderno en espiral, con letra de boli azul estándar; probablemente un Bic azul escribe fino Bic Cristal escribe normal, enmarcada dentro de las cuadrículas de toda la vida (en la que hacías los deberes de Mates, porque los de Lengua iban en los de rayas ); con el título en mayúsculas y subrayado a mano alzada. Mi estilo de apuntes de siempre.

Así que con aquel papelillo en la encimera de la cocina comencé a seguir los pasos de lo que luego se convertiría en un pucherito la mar de sabroso. El caso es que leo “En una tartera con un chorrito de aceite de oliva vaya pochando la cebollas, el puerro, los tomates y los pimientos; todo ello cortado previamente en juliana”. Hasta ahí, bien.

Continúo con mi obra gastronómica: “una vez que estos ingredientes estén blandos, añada las acelGas”. Hummm……un momento…un momento…¡menuda letra “g” más rara! Errr…¿y yo desde cuándo hago así las ges? ¡Desde nunca! Como que esta no es mi letra porque es …..¡¡la letra de mi madre!!

Dios de mi vida y de mi corazón, que vengan los peritos caligráficos de Scotland Yard a estudiar este caso porque no es ni medio normal. Como si no fuera suficiente heredar su miopía y malas digestiones que, encima, tenemos la letra igual. A ver qué hacemos en caso de que nos acusen de cuádruple asesinato o algo así.

Sería parecido a: “Mi Capitán, ya tenemos las pruebas del análisis caligráfico y, sin duda, se trata de la letra de Mala de los Nervios. O la de su madre”. “Sargento Peláez, ¿qué está usted diciendo? Confirme  un sujeto u otro”, “Imposible mi Capitán. Hemos contado incluso con la ayuda de expertos espías soviéticos y no pueden diferenciar las dos caligrafías, señor”.

Pues así somos mi madre y yo. Y lo que una la caligrafía y desuna la letra “g”, nadie lo va a discutir.

Es que por favor, no sé si somos más desastrosas juntas o por separado, porque a intensas y exageradas no nos ganan. Súmele sin problema alguno que estamos como dos cencerros, pero  lo más gracioso de todo es que nos culpamos mutuamente de lo rara y melodramática que es la otra.

Por ejemplo, “Mala, hija, es que te pones como un basilisco por nada”, “¿¿¿¿YOOO???? ¿¿¿YOOO??? (gesticulando como una negra de las series americanas) ¡¡PERO SI YO NO SOY ASÍ!!. ¡LA QUE SE ENFADA POR NADA ERES TÚ, MAMÁ!”, “¿¿PERO QUÉ DICES?? ¿¿QUE YO ME ENFADO POR NADA??”, “¡PUES SÍ!”,le digo. “¿AH, SÍ? ¿ME VES ENFADADA? PORQUE YO ESTABA LA MAR DE TRANQUILA, ¿EH?”.

Yo continúo, porque en el fondo si no estamos así, nos aburrimos: “¿NO VES CÓMO NO SE PUEDE HABLAR CONTIGO, QUE ENSEGUIDA TE PONES A LA DEFENSIVA?”, “ES QUE YA ME DIRÁS, QUE YO SOLO TE LO DIGO POR TU BIEN, PORQUE ERES MI HIJA; ¡¡Y TÚ TE PONES COMO UNA ENERGÚMENA!!”, “ANDA QUE MENUDA FORMA DE ANIMARME. ¿AHORA ME LLAMAS ENERGÚMENA?”, “¿CÓMO QUIERES QUE TE LLAME, SI VIENES A DARNOS UNA VISITA Y ME PONES A CALDO?”.

Pero ahora, esperaos, que suelto la joya de la corona: “¡A VER POR QUÉ NO TE ENFADAS ASÍ CON MIS HERMANOS! CLAAROOO, ¡¡COMO ELLOS SON LOS FAVORITOS!!” (Esto ya es un clásico en mi casa, como La Ilíada de Homero o las torrijas en Semana Santa), “¡YA ESTÁ LA MÁRTIR! PERDONA, ¿ME ESTÁS QUERIENDO DECIR QUE YO NO QUIERO A MI HIJA?”, “NO, MAMÁ; YO NO ESTOY DICIENDO ESO”, “¡¡¡PUES ENTONCES TE ESTÁS EXPLICANDO MUY MAL!!!”

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Y como me quedo allí plantada, me voy discretamente. Hecha una caquita, obvio. Mi madre se sentirá como otra caquita simultánea, y ya me estoy emocionando y todo porque las dos juntas somos dos caquitas la mar de monas. Y eso es precioso. Además, no es algo que tengan todas las hijas con sus madres: ese sentimiento mierduno, caquístico que te une hacia tu progenitora.

El caso es que os comentaba que somos iguales. Ya os lo podéis imaginar: despistadas, patosas,  inseguras y muy payasas para esconder lo tímidas que somos. Unas ricuras, ¿verdad?

Aunque definitivamente, hay algo que nos diferencia; y es que mi madre tiene más clase que yo. De hecho, cuando le preguntan por sus hijos ella siempre dice “Todos muy bien”. Yo, sin embargo le cuento a todo el mundo su vida: que estudia más que un notario, que practica más artes (no marciales) que Leonardo da Vinci; les enseño fotos suyas para que vean que mi belleza no proviene de la nada y si en alguna reunión social el ambiente está decayendo, sé que hay risas aseguradas si narro alguna de sus paridas. ¿Qué le voy a hacer si mi madre es para presumir?

Yo además estoy encantada de que su orgullo hacia mí no lo vaya pregonando por ahí, me lo demuestra en persona mientras me da un achuchón.

Por cierto, los enfados enseguida se nos pasan. De hecho, me está sonando el móvil. Dice que le han sobrado canelones. Se despide con un “I love you”, ya que es muy políglota toda ella. Me recuerda que lleve un tupper, porque una madre te da mucho amor incondicional, pero si no le devuelves un tupper, te lo recordará el resto de tu vida.

4 comentarios

  1. Mala de los Nervios, me encantas!!!!!
    Jajajaja.. siempre das en el clavo. Mi caso con mi madre es exactamente el mismo. Siempre que voy a criticarla y a meterme con ella empiezo a pensar en todo lo que nos parecemos y… estooo… mejor me callo… Te quiero, mami… jijijijijiji.

    Sigue así. Lo haces genial!!!

  2. Author

    ¿Verdad que es algo como para abrir una investigación? Y cuánto más mayor, más se parece una a su mami. Sobre todo en los defectos!! 🙂

    Pero oye, los defectos de una madre, como que hasta que les tienes cariño.

    Muchas gracias por tu apoyo y ¡a seguir leyendo a Mala!

  3. Muy fan de la madre de Mala!!! Que lo mismo pasa los apuntes a ordenador que calceta un cojín en forma de estrella!! Me encanta! 🙂

    1. Author

      Es imposible de no ser fan de Mami-Mala, querida amiga.

      Y añado que se pasa el día con sus auriculares repitiendo frases en inglés. Que luego tú entras en casa y dices: “Hola?? Hola?? Hay alguien???” y la ves repitendo en voz alta (altísima):

      “MY DOG ATE A SANDWICH LAST NIGT”

      Como para no ser fan! 🙂

      Muy grande

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